Un progresismo en crisis y sin liderazgo
Para Rachel Godfrey Wood es difícil ser optimista, pero hace el ejercicio de pensar desde la política una respuesta a la crisis. Hace seis años, cuando Jeremy Corbyn se convirtió en el líder del partido Laborista, llegó a la política motivada por el impacto del cambio climático y la creciente desigualdad social provocada por las medidas de austeridad adoptadas por Europa tras la crisis financiera internacional de 2008. Hoy, con 35 años, Godfrey Wood es una de las caras visibles de Momentum, una facción de izquierda del Laborismo británico. En esta entrevista analiza la situación que deja la pandemia en uno de los países más golpeados del mundo por los efectos del virus.
¿Cuáles son las debilidades que han quedado expuestas con esta pandemia?
Pienso que ha dejado en evidencia el fracaso de algunos gobiernos en dar respuesta a la crisis, como fue el caso del Reino Unido o Estados Unidos, pero también ha mostrado la frágil situación del sector público. Hemos notado el impacto de la austeridad aplicada en Europa. Lo vemos, por ejemplo, en el proceso de privatización que atravesó el Servicio Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) y que han dejado un servicio muy debilitado. En los últimos diez años, hemos tenido recortes masivos de fondos a los gobiernos locales que han afectado la infraestructura de los municipios y su capacidad de responder a las crisis. Pero también ha quedado en evidencia el poder excesivo y desproporcionado de los actores que tienen grandes fortunas en cuidar sus riqueza. Por ejemplo, no ha habido ninguna suspensión de los alquileres en el Reino Unido, solo aplazamientos; esto significa que los propietarios tienen la garantía de recuperar el dinero. El esquema de garantías de préstamos protege a los bancos, no a las pequeñas empresas. Y por último, notamos también la capacidad de los gobiernos para volver el descontento contra la gente de la clase trabajadora y culparlos por fallas del sector estatal y privado.
¿Por ejemplo?
Por ejemplo, los ataques que han recibido los sindicatos en el Reino Unido en este último tiempo en los medios de comunicación por parte de políticos conservadores. Hemos visto críticas contra la Unión Nacional de Estudiantes (NUS-UK) [una organización que nuclea unas 600 organizaciones de estudiantes universitarios del Reino Unido] y los esfuerzos por describirlos como un obstáculo para la vuelta a la normalidad. En síntesis, pienso que quedó en evidencia la incapacidad del neoliberalismo para proteger la vida humana.
¿Hay lugar para una agenda progresista como respuesta a esta crisis?
Necesitamos mayor capacidad de organización detrás de las iniciativas de la izquierda popular para poder hacer frente al cambio. Tenemos que mejorar la capacidad de integrar al centro, como es el caso de la dinámica que se generó en España entre PSOE y Podemos.
¿Cómo analizás el rol que han tenido los Estados frente a esta emergencia?
Es paradójico porque el neoliberalismo siempre necesitó de un Estado fuerte. Los gobiernos neoliberales siempre han dependido de un Estado fuerte, por ejemplo, para intervenir en la economía con el fin de establecer un mercado donde antes no había ninguno, para rescatar a los bancos durante la crisis económica. Pienso que mayor intervencionismo no equivale a políticas más progresistas.
¿Y cuál crees que será la tendencia política que marcará la salida de esta crisis?
La crisis ha alterado el estado de las cosas. Sin embargo, no soy demasiado optimista. Pienso que probablemente fortalezca a los sectores más conservadores. Es probable que aumente la desigualdad porque los ricos están mucho mejor posicionados para proteger sus ganancias. Si tenemos intervencionismo estatal sin ningún tipo de reforma probablemente el dinero regrese a los ricos. Estamos en un momento en el cual los espacios progresistas atraviesan profundas derrotas políticas, como es el caso de Bernie Sanders en Estados Unidos o Jeremy Corbyn en el Reino Unido. Pienso que falta liderazgo, que falta esperanza en estos espacios políticos y que los gobiernos neoliberales intentarán evitar cuaquier tipo de intervención estatal que modifique las percepciones de la sociedad sobre lo que es posible y lo que no. Es probable que traten de revertir cualquier intento de alternativa política mediante nuevas políticas de austeridad. Lo siento, es muy difícil ser optimista en este momento.
Partiendo de las malas condiciones que describís ¿cómo deberían avanzar los sectores de izquierda y progresistas?
Tenemos que respaldar a los sindicatos que son los actores que articulan la seguridad básica de los seres humanos con los derechos de los trabajadores. En nuestro caso, por ejemplo, debemos escuchar al sindicato Nacional de Maestros (NEU, por sus siglas en inglés). Los expertos señalan lo absurdo de la situación actual, por ejemplo, el hecho de que los Estados no tengan garantizadas las protecciones más básicas o que los pedidos de rescate financiero de las grandes corporaciones sean otorgados sin ninguna condición.
¿Qué elementos prácticos debería incluir una respuesta a esta crisis?
Pienso que si esta crisis exige el rescate de ciertas empresas, como en el caso de las aerolíneas, el Estado debería tener mayor participación como propiedad pública para proteger los empleos y reorientar estos sectores hacia otros objetivos clave, como por ejemplo el cambio climático. Otro de los puntos son los impuestos a la riqueza para garantizar que los ricos contribuyan en el costo de la crisis.
¿Cuáles son los sectores que estén planteando este debate en el Reino Unido?
Por ejemplo, John McDonnell [miembro del Parlamento y ex Shadow Chancellor] pidió un impuesto a la riqueza a principios de abril, pero al no ocupar más ese cargo ya no tiene la influencia que tenía antes. Por eso pienso que lo que debemos hacer es aumentar el apoyo político y social a los trabajadores de la educación, de la salud, de los distintos servicios públicos. Los trabajadores sindicalizados pueden hacer extensivos los daños causados por las políticas de austeridad. Actualmente tenemos mucho apoyo social a los trabajadores de los sectores de la salud, por ejemplo todos los jueves a las 20 horas la gente aplaude a los trabajadores del NHS, pero ese apoyo resulta siendo simbólico y condescendiente. Tenemos que hacer que ese descontento sea encauzado por la política.
Propuestas de Rachel Godfrey Wood
- Impuesto a la riqueza.
- Protocolos ambientales.
- Respaldo a los sindicatos.
- Politización del descontento social.
Esta entrevista integra la serie “Una agenda progresista para salir de la crisis”. Volver a nota principal.
* Politóloga y periodista.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur