La postura internacional de Trump es la de erosionar el multilateralismo

China ha tenido un papel controvertido en esta pandemia. Demuestra liderazgo, pero también debilidad en un momento cambiante de la historia. Si bien todavía no es la superpotencia mundial, está a punto de serlo, y muestra aspectos de la potencia que era. Estamos frente a un típico momento de transición, donde la economía anterior, que está cambiando, todavía persiste, y la que va a ser no se impone totalmente. Por el contrario, Estados Unidos, con esta visión trumpeana de America First, no se muestra interesado en el liderazgo internacional. Ha tenido cero liderazgo porque no persigue la cooperación internacional. De hecho, la postura de Trump es la de erosionar el multilateralismo, salirse de los organismos internacionales que no le interesan y erosionar los tratados internacionales sostenido en una visión nacionalista populista que entiende a la cooperación como un costo.

Debido al cierre de fronteras y la caída del comercio intencional, algunos analistas sostienen que estamos frente a un proceso de desglobalización, ¿qué piensa sobre eso?

No creo que haya un proceso de desglobalización. Lo que pasa es que ha habido una reacción nacional. En primer lugar, porque la globalización ha dejado a muchos atrás, tiene a mucha gente disconforme porque la percepción social es que ha beneficiado a unos a costa de la mayoría. Pero por otro lado, ese proceso sigue avanzando y no hay manera de detenerlo. A su vez, en momentos de crisis cada gobierno debe velar por sus ciudadanos: cierran las fronteras, buscan ver cómo se las arreglan y la cooperación pasa a segundo plano. Pero sin cooperación no hay manera de salir de esto.

¿Cómo analiza el papel regional de Brasil y de México en esta pandemia?

A nivel regional ha habido muy poca cooperación porque las estrategias son distintas. La impresión que tengo de AMLO es que está centrado en su relación con Estados Unidos. No mira al sur. No creo que tenga mucho interés en la vinculación con América Latina. No lo ha dicho, no lo ha manifestado en acciones. La evidencia muestra que está muy interesado en ponerse de acuerdo con el gobierno norteamericano. Y qué decir sobre un gobierno como el de Bolsonaro que es negacionista en muchos planos, no sólo respecto a la pandemia sino también al cambio climático. Sin embargo, debemos tratar de seguir adelante para buscar todas las modalidades de cooperación incluyendo a Brasil. No podemos descartar a Brasil porque es un actor fundamental, debemos insistir aunque es difícil ser optimista.