Pekín reafirma sus ambiciones
Por Olivier Zajec*
En medio del furor de los bombardeos en el Cáucaso, las relaciones internacionales parecen estar reacomodándose: reafirmación de Rusia, que ya no duda en mostrar sus músculos, discursos marciales de la administración de George W. Bush pero incapacidad para prestar real apoyo a los dirigentes georgianos (Radvanyi, pág. 24), veleidades de la Unión Europea de cumplir un papel importante en la crisis... Sin embargo, los grandes equilibrios geopolíticos se modifican a paso muy lento. A pesar de sus dificultades en Irak y en Afganistán, Estados Unidos conserva su capacidad militar, muy superior a la del resto del mundo. Particularmente en el ámbito naval (Mayer, pág. 12). Pero incluso en este último terreno debe tener en cuenta a otros actores, entre ellos China, que pasó a integrar el exclusivo club de los ocho países que poseen las mayores flotas mundiales. ¡Qué contraste con los años 1950, cuando sólo la ayuda de la Unión Soviética le permitió a Pekín reconstruir una pequeña marina costera! A lo largo de siglos y siglos, China ha sido una potencia continental centrada en sí misma. ¿Se estará transformando en una talasocracia global, como anuncian los informes estadounidenses?
* Profesor titular de Ciencias Políticas, Universidad Jean-Moulin - Lyon-III.
Traducción: Mariana Saúl
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