EDICIÓN 107 - MAYO 2008
UN SISTEMA DE TRANSPORTE CARO Y DISTORSIONADO

La nefasta destrucción del ferrocarril

Por Julio Sevares*
El lock-out agrario puso de manifiesto las graves distorsiones del sistema de transporte de cargas: su concentración en el segmento automotor y su vulnerabilidad ante las interrupciones de ruta. La situación es el producto de décadas de políticas destinadas a privilegiar las industrias automotriz y petrolera a costa del ferrocarril, y que acabaron en un modelo costoso para los ciudadanos, la producción, el Estado y el medio ambiente. El proyecto de instalar un tren de alta velocidad revela la falta de una política integral de transporte: ese tren será un costoso injerto en una red ferroviaria destrozada y absorberá recursos que podrían dedicarse a recomponer la red existente.

* Es economista. Doctor en Ciencias Sociales por la UBA. Profesor en las maestrías en Relaciones Económicas Internacionales y en Historia Económica y de las Políticas Económicas, ambas de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Miembro del Grupo de Trabajo sobre China, del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Fue editorialista jefe y columnista de economía del diario Clarín y actualmente colabora en diversos diarios y publicaciones. Es autor de artículos publicados en revistas profesionales y de libros compartidos con otros autores. Entre los propios se encuentran Por qué cayó la Argentina (Norma, 2002), El capitalismo criminal (Norma, 2003), El imperio de las finanzas (Norma, 2005), Historia de la deuda (Capital Intelectual, 2005), El estallido de la superburbuja (Capital Intelectual, 2009) y Por qué crecieron los países que crecieron (Edhasa, 2010).

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