Una Corte demasiado suprema
Por Daniel Lazare*
Aunque su popularidad no deja de bajar, el Presidente de Estados Unidos está en proceso de influir de modo duradero sobre el rumbo de la Corte Suprema. El Senado ya confirmó a su candidato para presidir esa jurisdicción, John Roberts. Bush había nominado también a Harriet Miers, quien el 27-10-05 retiró su nominación, cuestionada por republicanos y demócratas. Este artículo fue escrito antes de su retirada.
* Periodista, autor de The Velvet Coup: The Constitution, the Supreme Court, and the Decline of American Democracy, Verso, Londres, 2001.
Traducción: Gustavo Recalde
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