«Hacer que el preso huela a preso»
Por Jean-Marc Rouillan*
El fortalecimiento de los "Estados penales" tiene una de sus manifestaciones más claras en la concepción de la cárcel como solución a todo y organizadora del apartheid social. En prisiones superpobladas, los detenidos son objeto de violencias cotidianas y están sometidos a coacciones económicas y extorsiones judiciales. Renace la noción premoderna de la cárcel como sitio de sufrimiento.
* Preso desde 1987 en la central de Lannemezan (Altos Pirineos) por sus actividades dentro del grupo Acción Directa. Es autor, entre otros, de Lettre à Jules, suivie de Chroniques carcérales, Agone, Marsella, 2004. Acaba de publicar una novela histórica, La
Traducción: Patricia Minarrieta
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