La canícula reveladora de una salud enferma
Por Martin Winckler*
Hicieron falta miles de muertos para que el gobierno y la sociedad francesa descubrieran el desamparo de muchos ancianos. Ahora, se promete restablecer las ayudas que les estaban dedicadas y que fueron reducidas. Pero no se reconsideran la reducción planificada de las jubilaciones, ni la reducción de los créditos a los sistemas sanitarios.
* Autor de "La Maladie de Sachs", J'ai lu, París, 1999 y Les Miroirs de la vie. Histoire des séries Américaines, Les Passages, París, 2002.
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