Una guerra para la dominación
Por Michael T. Klare*
La campaña contra el terrorismo lanzada por el presidente de EE. UU. George W. Bush tras los atentados de septiembre de 2001, se sumó como prioridad a las dos que había establecido anteriormente: la transformación de las capacidades militares y la adquisición de nuevas fuentes de petróleo en el exterior. Los tres objetivos se han fusionado en una estrategia única de dominio planetario, de muy alto riesgo.
* Profesor en el Hampshire College, Amherst (Massachusetts). Autor de The Race For What’s Left. The Global Scramble for the World’s Last Resources, Metropolitan Books, Nueva York, 2012.
Traducción: Carlos Zito
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