Que paguen los pobres…
Por Philippe Descamps*
Una analogía quizá un tanto burda pero poderosa: la emisión de gases de efecto invernadero recalienta el clima del planeta mientras la alarmante desigualdad económica recalienta el clima social. De modo que si los poderes constituidos no atienden a ambos fenómenos, el estallido puede ser de dimensiones catastróficas.
* De la redacción de Le Monde diplomatique, París.
null Traducción: Aldo Giacometti.
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