De opio a pilar de la Patria
Por Anaïs Llobet*
Desde la caída del régimen soviético, la religión dejó de ser “el opio del pueblo”. Bajo el liderazgo de Vladimir Putin se han estrechado los lazos entre el Estado y la antes perseguida Iglesia ortodoxa, a la que se valora como garante de la unidad nacional, del patriotismo y de los valores tradicionales de “la Madre Rusia”.
* Periodista.
Traducción: Aldo Giacometti
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