Odia, luego existe
Por Nicolás Artusi*
Parte del éxito de Javier Miei y de su capacidad para conquistar a los jóvenes anida en Internet: ahí donde su ethos sea la diatriba o la injuria, las redes son el campo fértil para cultivar el odio, que es una de las principales formas de debilitamiento de las instituciones democráticas.
* Periodista.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
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