EDICIÓN 272 - FEBRERO 2022
DE CHINA A AMÉRICA LATINA

La larga marcha de la criptominería

Por Andrés Rabosto*
La prohibición por parte de China del intercambio, la tenencia y minería de criptomonedas provocó un éxodo de “granjas” en busca de destinos más amigables y con energía barata. América Latina parece ser la tierra elegida.
MrRichi, The real vitruvian they didn’t want you to know about aka the man with Bitcoin, 2021 (fragmento)

A los pies de las montañas Hengduan, en el sur de la provincia de Sichuan, China, se oxidan arrumbadas unas 10.000 máquinas de minar bitcoins en lo que alguna vez fue una escuela, reconvertida en granja minera. Según el empresario que las poseía, allí quedarán juntando óxido: las ganancias que podrían reportar no cubrirían el costo de trasladarlas a otra región (1). Es que, en un proceso paulatino que culminó en septiembre de 2021, en plena crisis energética, China, que llegó a representar el 70% de la minería mundial de criptomonedas, prohibió la actividad minera luego de haber prohibido el intercambio y la tenencia de criptomonedas. Esto provocó la migración masiva de muchas “granjas mineras” a otras regiones del mundo, mientras que otras simplemente fueron abandonadas o, se estima, continúan operando en negro.
Si bien las criptomonedas no tienen patria, “crearlas”, lo que se llama el proceso de minería, ocurre siempre al interior de alguna frontera. Allí, el sueño de la moneda etérea, descentralizada, sin regulación, control ni intermediarios entierra sus raíces de cables y fibra óptica en el barro del capitalismo realmente existente, y se ve condicionada por la cantidad y el precio de la electricidad disponible, así como por las regulaciones estatales y los conflictos sociales. La prohibición del gobierno chino provocó un éxodo que ha tenido múltiples repercusiones y puede traer consecuencias importantes para América Latina.

El éxodo
La relocalización de la minería siguió distintos caminos. El principal, hasta el momento, fue Estados Unidos: la tasa de hash (el indicador de la capacidad de minería) mensual en septiembre de 2021 fue un 700% más alta que la de 2020, convirtiéndose en el principal país minero con aproximadamente un 30% del hash total. Texas ha sido uno de los principales destinos: con una política de total desregulación, atrajo una parte importante de la minería migrante de China, lo que provocó tensiones en el suministro de electricidad.
Rusia y Kazajistán fueron los otros destinos elegidos, llegando a representar un 12% y 18% respectivamente de la actividad minera mundial.
Los precios baratos de la electricidad y las bajas temperaturas en el este de Siberia fueron un imán para las empresas mineras. La participación de Rusia en la minería de bitcoin aumentó rápidamente del 6% al 12%. Sin embargo, Rusia parece seguir los pasos chinos y amenaza con prohibir la actividad. Ya en octubre del 2021, el Ministerio de Energía consideró imponer aranceles a los mineros, luego del fuerte aumento en el consumo eléctrico registrado en los meses posteriores a la prohibición china. Recientemente, en un informe publicado el 20 de enero, un día antes de la brusca caída del precio del bitcoin hasta los 34.000 dólares, el Banco Central de Rusia afirmó que las criptomonedas aumentarían la inflación al limitar la soberanía de la política monetaria y advirtió que podrían usarse para actividades ilegales. A su vez, señaló que la minería podría dañar los intentos de descarbonizar la economía rusa y plantear riesgos para el suministro de energía del país (2). Las propias empresas mineras interpretaron la señal como el paso precedente a la prohibición.
Los mineros encontraron condiciones ventajosas para radicar la actividad también en Kazajistán. Un ex Estado soviético fronterizo a China y a Rusia, con energía eléctrica barata basada en grandes reservas de petróleo y gas, que tras el fin del socialismo dio un brusco giro neoliberal atrayendo a empresas energéticas estadounidenses, europeas y chinas.
En cuestión de semanas, al menos unos 100 mil equipos mineros fueron relocalizados en Kazajistán que, al cabo de un mes, llegó a representar el 18% de la minería global. La migración masiva llevó rápidamente a la saturación de la red eléctrica provocando cortes diversos. En paralelo al veloz crecimiento de la minería, a fines del 2021 el gobierno aumentó los precios de los combustibles –que se trasladan a la electricidad–, desatando una extensa ola de revueltas populares que sacudieron al país e hicieron tambalear al presidente Kasim-Yomart Tokayev, y cuyos ecos se prolongan hasta hoy. La sofocación de las protestas incluyó el envío de tropas rusas y el corte de Internet a nivel nacional para evitar la comunicación entre los manifestantes. Sin Internet, la actividad minera quedó suspendida, impactando en los mercados de criptomonedas que registraron fuertes caídas. Tras la reconexión, durante enero la red eléctrica no ha respondido fluidamente a la demanda sufriendo cortes sucesivos, y el gobierno impuso limitaciones a la actividad. La combinación de inestabilidad política, precios en aumento y problemas de suministro empujó nuevamente a los mineros errantes a continuar su marcha más allá de las fronteras kazajas.
Aunque en menor escala, otros países de Asia y Europa del Este, como Irán, Malasia o Kosovo también fueron receptores de minería. Pero a medida que se instaló, la actividad rápidamente presionó sobre la infraestructura y provocó represalias de las autoridades.
Durante el 2021, la red eléctrica de Malasia sufrió pérdidas millonarias por granjas de minería montadas ilegalmente que se habían “colgado” de su red, colapsándola. La respuesta policial fue tan agresiva como llamativa: se incendiaron dos “granjas ilegales” y se pasó con una aplanadora sobre los equipos mineros en otras locaciones.
Irán registró olas de apagones masivos a lo largo del país durante 2021. Las autoridades concluyeron que se debían a un aumento repentino del consumo por minería de criptomonedas: la red eléctrica está fuertemente subsidiada, siendo la República Islámica uno de los países con electricidad más barata del mundo. Como consecuencia, Teherán decidió vetar temporalmente la minería. Luego de reiniciarse en octubre, fue vetada nuevamente en diciembre hasta el próximo 6 de marzo para evitar saturaciones durante el invierno.
Kosovo, por su parte, tiene los precios de energía más baratos de Europa, lo que también llevó a que se desarrolle allí la actividad de minería tras la prohibición china. A comienzos del 2022, la actividad fue prohibida tras una oleada de cortes eléctricos por el exceso de demanda. La ministra de Economía justificó la medida como una acción para frenar el desborde en el consumo eléctrico.
Otros países adoptaron medidas similares: Argelia, Marruecos, Túnez, Egipto, Irak, Nepal, Qatar y Omán vetaron total o parcialmente la minería bitcoin (3).

Furor latinoamericano
Desde el surgimiento de las criptomonedas, los países latinoamericanos suman un pequeño porcentaje de la tasa del hash total, pero esa situación parece estar cambiando ya que, mientras otras regiones se encuentran regulando o prohibiendo la actividad, varios países latinoamericanos la están incentivando.
En septiembre de 2021, prácticamente en paralelo a la prohibición de la minería por parte de China, El Salvador adoptó bitcoin como moneda de curso legal y su presidente, Nayib Bukele, anunció con bombos y platillos la creación de la primera “Ciudad Bitcoin” del mundo. Planificada a construirse en un período de diez años, será financiada con emisión de bonos en el mercado de criptomonedas a partir de 2022. Como puntapié inicial del proyecto, el gobierno instaló 300 equipos para minar bitcoin en la Central Geotérmica Berlín, alimentada por el volcán Tecapa. En octubre, vía Twitter, Bukele comunicó que fueron extraídos los primeros 0,005992 bitcoin, alrededor de 270 dólares al valor de esa fecha: “Todavía estamos haciendo pruebas e instalaciones, pero esta es oficialmente la primera extracción de bitcoin del volcán”, señaló.
La Ciudad Bitcoin que proyecta Bukele tendrá forma de moneda y pretende que sea un polo mundial de la actividad de minería e intercambio de criptomonedas. Estará libre de impuestos sobre la renta, ganancias de capital y propiedad: el único tributo será el IVA. Los salvadoreños no parecen estar muy de acuerdo: en una encuesta realizada en agosto del 2021, solo un 5% consideró que este proyecto podría beneficiar a la población, mientras que un 72% consideró que beneficiaría a los ricos, a los inversionistas (4), a los empresarios o a los bancos. A su vez, un 55% manifestó no tener ninguna confianza en las criptomonedas, y solo un 5% manifestó tener mucha confianza en las mismas (5)
Aunque menos temerario, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, del Partido Social Democrático (PSD), parece adoptar un camino semejante: el pasado 13 de enero anunció que el 1% de la tesorería municipal se invertirá en criptomonedas, como parte de la iniciativa “Cripto Río”. Además, anunció que buscarán atraer empresas del ecosistema cripto mediante exenciones impositivas, y que lanzarán una criptomoneda propia: RioCoin. Paes también señaló que aquellos cariocas que paguen impuestos en bitcoin o RioCoin tendrán descuentos y beneficios. En tanto, a nivel nacional, el Proyecto de Ley 2.303/15 de regulación de criptomonedas, presentado por el diputado Expedito Neto también del PSD, en el que se propone la adopción de bitcoin como moneda de curso legal, aguarda a ser tratado en el Congreso.
En diciembre de 2021, el Senado de Paraguay aprobó el proyecto de ley de activos digitales. Dentro del mismo, se incentiva la actividad minera. Según Benítez Rickmann, asesor del proyecto de ley y CEO de la empresa paraguaya de minería Digital Assets, la ley está pensada para atraer a las grandes empresas de minería que migraron de China. Paraguay cuenta con dos grandes represas hidroeléctricas, ambas binacionales: Itaipú (Paraguay-Brasil), la central hidroeléctrica con la mayor producción de energía eléctrica del mundo, y Yacyretá (Paraguay-Argentina). Entre ambas, Paraguay obtiene unos 8.500 MW de los que solo consume 3.300 MW. El excedente de energía sobre el consumo interno, aproximadamente un 60%, se exporta principalmente a Argentina y Brasil. El objetivo del proyecto es destinarlo a minar bitcoin. Benítez Rickmann espera que el país reciba unos 500 mil equipos de minería en los próximos tres años (6).
En octubre, la empresa China Future Fintech anunció planes de construir una granja minera en Paraguay. Por otra parte, Bitfarms, empresa de minería canadiense fundada por argentinos, que cotiza en la Bolsa de Toronto y en Wall Street y fue catalogada como “unicornio”, anunció en septiembre un contrato de compra de energía renovable para asegurar 10 megavatios de capacidad hidroeléctrica para albergar unos 3.000 equipos mineros.
En Argentina, las tarifas eléctricas subsidiadas y los bajos costos del país en dólares vienen atrayendo la minería de criptomonedas hace ya algunos años. La misma Bitfarms que anunció planes en Paraguay, en 2022 comenzará a instalar en Río Cuarto, Córdoba, la granja de minado de bitcoin más grande de Argentina con una inversión de 250 millones de dólares. La empresa minera llegó a un acuerdo con el grupo Albanesi que posee la Central Térmica Modesto Marazana de Río Cuarto: le proporcionará 210 MW de potencia, a un costo de 2,2 centavos de dólar por MW/h: aproximadamente un 45% menos del costo que afronta el unicornio en Quebec, donde están sus principales granjas de minería (7). Se suma así a las granjas de Bitpatagonia, con fuerte presencia en Tierra del Fuego. Según ha indicado el CTO de Bitpatagonia en un evento cripto en agosto del 2021, hay al menos 40 operaciones grandes de minería en Argentina.
Sin embargo, se estima que en Argentina se encuentra ampliamente extendida la minería en negro. Según diversas fuentes, habría entre 200 y 300 operaciones. Incluso, es un secreto a voces que se realizan actividades de minería en negro al interior de parques industriales con tarifas eléctricas subsidiadas: durante la pandemia, existieron compañías que triplicaron su consumo eléctrico, desde empresas de plástico hasta metalmecánicas (8).

Costos y… ¿beneficios?
Es difícil estimar cuáles podrían ser los beneficios de incentivar la actividad de minería de criptomonedas en la región. En cambio, los costos parecen ser a todas luces más visibles.
Por un lado, el costo ambiental es pasmoso. Resumamos la irracionalidad en una medida: a fines de 2021, según las principales estimaciones, solo Bitcoin consumía más electricidad que Polonia y casi tanta como Tailandia. Pero el punto no se detiene en el derroche energético. La minería se realiza con hardware especializado cuya vida útil es de aproximadamente un año y medio, sin más destino que devenir en montañas de chatarra. Se estima que una única transacción bitcoin produce unos 250gms de basura electrónica, sustancias químicas tóxicas y metales pesados que se filtran en el suelo. En conjunto, unos 31 kilotones métricos al año (9). La depredación ambiental es tan desorbitante como carente de relación con la escala de las criptomonedas: en conjunto, se realizan unas 300 mil transacciones diarias y son aceptadas como medio de pago por apenas unos 20 mil comercios en todo el mundo. Claro que, si bien fueron pensadas como efectivo digital, su principal uso está lejos del comercio de bienes: como todo el mundo sabe, se trata de la especulación.
Por otra parte, la extrema volatilidad de las criptomonedas puede ser una fuente adicional de inestabilidad y fluctuaciones bruscas en una región ya de por sí inestable y fluctuante. Durante enero pasado el precio del bitcoin acumuló una caída del 30%. El caso de El Salvador es ilustrativo: lleva invertidos unos 86 millones de dólares en bitcoin en 8 compras fraccionadas. Con el precio ubicado al 25 de enero en unos 35.700 dólares, esas reservas representan hoy 64 millones de dólares: la pérdida asciende a unos 22 millones de dólares, una caída de más del 25% del valor inicial.
Esto no parece ser un freno para Bukele: en plena caída del bitcoin realizó una nueva compra de 410 bitcoins a un precio cercano a los 36.500 dólares por unidad. Los gobiernos de algunos países de la región parecen dispuestos a jugar sus pocas fichas a un pleno en la ruleta cripto; las poblaciones no parecen simpatizar con la ludopatía. La moneda está en el aire.

 

1. www.economist.com/china/2021/07/10/deep-in-rural-china-bitcoin-miners-are-packing-up
2. www.ft.com/content/54433e18-7442-4804-9fec-f0f934bf8b4e
3. “Regulation of Cryptocurrency around the World: November 2021 Update”, https://tile.loc.gov/storage-services/service/ll/llglrd/2021687419/2021687419.pdf
4. https://es.statista.com/estadisticas/1261845/opinion-de-los-salvadorenos-sobre-a-quien-beneficia-la-ley-bitcoin/
5. https://es.statista.com/estadisticas/1261712/bitcoin-nivel-de-confianza-en-la-criptomoneda-en-el-salvador/
6. www.criptonoticias.com/mineria/paraguay-recibiria-gigantesca-inversion-instalar-500000-mineros-bitcoin/
7. www.lanacion.com.ar/economia/bitfarm-una-empresa-canadiense-asegura-haber-conseguido-un-precio-bajisimo-de-electricidad-para-nid04112021/
8. www.iproup.com/finanzas/25773-bitcoin-mineria-el-otro-lado-del-negocio-en-argentina
9. https://digiconomist.net/bitcoin-energy-consumption/

* Sociólogo, Mg. en Estadística. Investigador del Centro de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CCTS) de la Universidad Maimónides y del Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIETCI).

© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur

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