Cuando se apaga la llama
Por David Garcia*
Ciudad-símbolo de los Juegos Olímpicos, Atenas recibió para los Juegos Olímpicos de 2004 a más de diez mil atletas. La organización del evento, con su séquito de construcciones inútiles, contribuyó al desplome de las finanzas públicas de Grecia y agravó la espiral de la deuda. Trece años después, el balance es abrumador. Pero no para todo el mundo…
* Periodista.
Traducción: Patricia Minarrieta
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