Seguir con vida en Karachi
Por Ashraf Kahn*
Si, desde hace cinco años, Pakistán no ha padecido ningún sismo político o golpe de Estado –por primera vez en sus setenta años de vida independiente–, la campaña por las elecciones legislativas de marzo se desarrolló en un clima de gran tensión. La violencia, que se expande en todo el país, involucra a todas las comunidades religiosas (sunnitas, chiitas, cristianos, budistas...). En la ciudad de Karachi, los asesinatos ya forman parte de la vida cotidiana.
* Periodista, Karachi.
Traducción: Aldo Giacometti
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