Pobreza y cuerpo
Por Juan Marco Vaggione*
Desde su elección como nuevo líder de la Santa Sede, el papa Francisco ha dado señales, simbólicas y discursivas, de que pretende una Iglesia para los pobres. Pero el integrismo sexual defendido por el Vaticano en las últimas décadas condiciona de manera estructural cualquier política coherente y progresista contra la pobreza.
* Investigador. Universidad Nacional de Córdoba/CONICET.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
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