El impuesto más odiado
Por Alfredo Iñiguez*
¿Es justo gravar las ganancias de las empresas? ¿Y el salario? Pese a su mala fama, el impuesto a las ganancias tiene un impacto básicamente progresivo, aunque persisten exenciones que podrían ser eliminadas.
* Economista de la Universidad Nacional de La Plata, investigador del CIEPyC-UNLP y miembro de AEDA.
© Le Monde diplomatique, edición Cono Sur
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