Botellas nuevas, vino viejo
Por Franck Gaudichaud*
El presidente chileno, Sebastián Piñera, había prometido la ruptura: olvidar la “vieja derecha”, heredera del general Augusto Pinochet, y poner punto final a la política tradicional, ineficaz y polvorienta. Su propuesta consistió en rodearse de un “gobierno de los mejores” –es decir, de patrones, como él–. Así, este multimillonario volcado a la política se dispuso a gerenciar el país “como una empresa”. En un primer momento la fórmula sedujo a mucha gente. Pero un año después del inicio de la reconstrucción del litoral chileno, devastado por un terremoto en enero de 2010, va creciendo el número de los desilusionados.
* Profesor de Historia y Civilización Latinoamericanas en la Universidad de Toulouse - Jean Jaurès. Coordinador de la obra colectiva La Fin d’un âge d’or. Gouvernements progressistes en Amérique latine (1998-2018), Presses Universitaires de Rennes, 2021.
Traducción: Traducción: Lucía Vera
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