Estado a la deriva
Por Harry Harootunian*
La catástrofe en la central nuclear de Fukushima que siguió al sismo y el tsunami que azotaron a Japón desnudó la incapacidad de un Estado debilitado para hacer frente a este tipo de desastres, como ocurriera con el huracán Katrina y las autoridades de Estados Unidos. Tanto el gobierno de Tokio como la empresa privada Tepco, propietaria de la central, minimizaron al principio la magnitud del accidente. Desde entonces, el temor y la inquietud de la población no han dejado de crecer, y nadie puede vaticinar cuál será la salida.
* Profesor de la Duke University y del Departamento East Asian Studies de la Universidad de Columbia; autor de La lucha entre historia y memoria: el Japón moderno de la pos-guerra (en japonés), Miszu, Tokio, 2010.
Traducción: Traducción: Carlos Alberto Zito
Accedé a todo el contenido por solo $3800 por mes.
Para acceder a este contenido debes tener una Suscripción Plus (edición mensual + archivo).Si aún no posees una, puedes adquirirla aquí.
Si ya tenés cuenta accedé aqui
Más notas de la edición Edición ABRIL 2011
Destacadas del archivo