La privatización del dinero
Por Paul Walder
De todos los mercados altamente concentrados, desde el transporte aéreo a la telefonía celular, desde la venta de medicamentos a la producción y distribución de cerveza, es la banca el más perjudicial para el consumidor. Regula el dinero, que vende cual producto, le pone precio, seduce, controla y también castiga a sus clientes. La banca chilena, capaz de estimular o deprimir a cualquier otro sector de la economía, registra cada mes nuevas marcas históricas en sus ganancias, con rentabilidades que ningún otro negocio puede imaginar. Un motor que fabrica dinero, pero también una máquina desbocada de la ambición y el lucro que pisotea a productores y consumidores.
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