Esplendor y miseria del periodismo
Por Marie Bénilde*
Hace más de 160 años la invención del telégrafo pareció amenazar la supervivencia de los diarios; un siglo después, fue la televisión. Hoy internet y su era digital hacen temer por la extinción de una especie imprescindible para el democrático derecho a estar informados: los periodistas. La gratuidad de las noticias en tropel, los consejos de especialistas en publicidad y los costos de la edición en papel no deberían desviar al periodista de lo que sabe hacer: establecer un vínculo fidedigno con su público lector.
* Periodista. Autora de On achète bien les cerveaux, Raisons d’agir, París, 2007.
Traducción: Lucía Vera
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