Brasil, un gigante empantanado
Por Renaud Lambert*
En octubre de 2008, el presidente Lula da Silva tranquilizó a los brasileños: la crisis financiera internacional no sería más que una "pequeña olita" para el gigante sudamericano, que vivía un "momento mágico" disfrutando de su independencia del centro capitalista mundial. Pero la "olita" se hizo pesadilla y expuso las falencias estructurales de la economía brasileña. A pesar de algunas medidas sociales importantes, Lula ha dejado intactas las reformas neoliberales de Fernando Henrique Cardoso que atan el crecimiento del país a la especulación internacional.
* Jefe de Redacción adjunto de Le Monde diplomatique, París.
Traducción: Teresa Garufi
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