Kosovo
Por Ignacio Ramonet*
El pasado 10 de junio, en el marco de su visita a Europa, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró ante una multitudinaria recepción en Tirana (Albania) que Kosovo debía declarar unilateralmente su independencia y que su gobierno apoyaría tal decisión. Una resolución precipitada y carente de consenso internacional podría reavivar los conflictos étnicos en los Balcanes y provocar graves consecuencias en otros puntos del planeta. Es necesario rechazar con firmeza las pretensiones unilaterales de la actual administración estadounidense. Cuestiones de tal envergadura deben ser negociadas en el marco de la Organización de las Naciones Unidas.
* Periodista, semiólogo, ex director de Le Monde diplomatique, edición española.
Traducción: Pablo Stancanelli
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