¿Enferma Francia?
Por Ignacio Ramonet*
Tres millones de personas, entre quienes se contaban estudiantes, sindicalistas, comerciantes y desocupados, se movilizaron en Francia el pasado 28 de marzo. La jornada de huelga dejó intacto el enfrentamiento entre los jóvenes que protestan contra el flamante Contrato de Primer Empleo y las posiciones del primer ministro De Villepin, que se negaba a retirar la ley. Según quién lo interprete, el creciente y heterogéneo movimiento contra este nuevo paso adelante hacia la flexibilización laboral es un síntoma del "inmovilismo" estatista francés, o una prueba de la vitalidad de sus tradiciones sociales y republicanas, que la oponen al criterio económico liberal prevaleciente en la Unión Europea.
* Periodista, semiólogo, ex director de Le Monde diplomatique, edición española.
Traducción: Marta Vassallo
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