Un Congreso ausente
Por Gonzalo Álvarez Guerrero*
Uno de los tres pilares de la República, el Congreso Nacional, ha devenido una caricatura de sí mismo. Al menos desde 1990, funciona como una simple correa de transmisión del Poder Ejecutivo. Es decir, ha renunciado a su misma razón de ser. Ausentismo, ignorancia, pesadez, clientelismo, corrupción. ¿Ayudará el resultado de las elecciones legislativas de este mes a mejorar esa situación?
* Periodista.
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