Debate engañoso sobre el tratado constitucional
Por Bernard Cassen*
Hasta fines de 2006, la gran cuestión europea será la ratificación por los veinticinco países miembros de la Unión del tratado que establece una Constitución para Europa. Se realice por vía parlamentaria o por referéndum, la aprobación de un documento que ostenta semejante ambición debió haber sido precedida por un balance de la acción de la Unión, especialmente respecto de sus socios de África, el Caribe y el Pacífico, y de un análisis exhaustivo de su contenido. Pero no ocurre así. El debate, cuando se produce, soslaya deliberadamente la Parte Tercera de un tratado donde predominan los términos "mercado", "banco", "comercio", "competencia" o "capitales".
* Profesor emérito del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de París VIII, secretario general de la asociación Mémoire des luttes.
Traducción: Carlos Zito
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