El laberinto del Cáucaso
Por Ignacio Ramonet*
En la huella de George W. Bush, Vladimir Putin reaccionó a la toma de rehenes en una escuela de Beslan por un grupo terrorista con una matanza de civiles, el cercenamiento de libertades políticas, una declaración de guerra antiterrorista y la adhesión al principio de los ataques preventivos. Además de afianzar la estrategia global de Bush, la política de Putin se muestra ciega a la importancia de los nacionalismos que, agudizados por antiguos conflictos étnicos y religiosos, impulsan a poblaciones débiles a enfrentar al propio nacionalismo ruso.
* Periodista, semiólogo, ex director de Le Monde diplomatique, edición española.
Traducción: Marta Vassallo
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