Protectorados: un callejón sin salida
Por Catherine Samary*
A pesar de las manifestaciones hostiles al nuevo orden estadounidense en Irak, Washington parece decidido a imponer un protectorado en ese país, desde el norte, kurdo, hasta el sur, chiíta. Oponiéndose a la inmensa mayoría de los países -incluidos varios aliados de Estados Unidos en esa guerra de agresión- que exigen la intervención de las Naciones Unidas, el presidente George W. Bush prácticamente entregó las llaves de Bagdad a una administración estadounidense, que eventualmente travestirá con nombres iraquíes.
* A cargo de conferencias en París-Dauphine, asociada al Instituto de Estudios Europeos.
Traducción: Carlos Zito
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