De «persona no grata» a aliado ferviente
Por Geoffrey Aronson*
A diferencia de la administración Clinton, que promovía el acercamiento entre el líder palestino Yasser Arafat y los dirigentes del laborismo israelí con miras a un acuerdo de paz en la región, para la administración Bush y el Pentágono la estrategia central en Medio Oriente es la eliminación de Saddam Hussein, integrada en la campaña antiterrorista. Una estrategia para la que han desistido de buscar aliados entre los países árabes. Sólo la gravedad de la crisis los obliga a involucrarse, con una escandalosa complacencia para con la agresión militar del general Sharon.
* Director de la Fundación para la Paz en Medio Oriente, Washington DC.
Traducción: Marta Vassallo
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